¡Quien dice alimentar a un bebé, dice biberón! ¿Cómo prepararlo? ¿Con qué precauciones? Algunos consejos para tener los reflejos adecuados desde el principio y preparar el mejor biberón.
¿Cómo preparar el biberón?
- En el último momento: no prepares el biberón con antelación. Si te tienes que desplazar, llévate el biberón de agua caliente en el termo del bolso y los polvos por separado (en una cajita). Mézclalo justo antes de dar de comer al bebé.
- Respeta la dosis: una medida de polvos por 30 ml de agua.
Antes de preparar el biberón, lávate las manos con agua y jabón. La superficie de trabajo debe estar limpia. Luego, sigue las instrucciones indicadas en la caja de leche.
¿Agua del grifo o embotellada?
Contrariamente a una idea preconcebida, para preparar la leche, ¡es mejor el agua del grifo! Es lo indican las recomendaciones. No obstante, infórmate en el ayuntamiento sobre la calidad del agua y respeta estas reglas:
- déjala correr 1 o 2 minutos antes
- utiliza solamente agua fría
- evita utilizar agua filtrada en jarra, es propicia para los microbios
- si el grifo cuenta con un difusor, límpialo regularmente con vinagre blanco, por ejemplo.
En cuanto al agua de botella, verifica en la etiqueta que es apta para la alimentación de bebés. Debes saber que una botella de agua abierta debe conservarse en la nevera y se debe consumir en 24 horas.
La temperatura adecuada del biberón
- El biberón puede darse a temperatura ambiente (como en la maternidad); si prefieres calentarlo, utiliza un calienta biberones. Cuidado con el microondas: el calor no se reparte bien y puede provocar quemaduras.
- Si la leche se calienta, el biberón debe tomarse en media hora; si la leche está a temperatura ambiente, se deberá tomar en una hora.
- Antes de dar el biberón al bebé, comprueba su temperatura echándote unas gotas en la parte interior de la muñeca.
Lavar los biberones
Lo ideal es lavar el biberón inmediatamente después de la toma. Vacíalo, enjuágalo con agua fría para despegar las partículas de leche, sumérgelo todo en agua caliente con lavavajillas y lava el biberón con la ayuda de una escobilla. ¡No olvides nada! Piensa en colocar bien la tetina, la rosca del biberón y el anillo. Por último, déjalo secar bocabajo, sin frotarlo.
Si tienes lavavajillas, basta con un programa a 65° C. Cuidado con las tetinas de caucho, no puede lavarse en lavavajillas.
Sobre la esterilización
- Unos la prefieren y otros no. Según muchos pediatras, nunca se consigue esterilizar un biberón del todo, ya que el agua y la leche que se mete dentro no lo están.
- Según el Ministerio de Sanidad, no es necesario esterilizar los biberones: basta con una limpieza cuidadosa y un escurrido.
- La esterilización se justificaría sólo en algunos casos: justo después de la compra, si biberón no ha sido lavado inmediatamente después la comida o si las condiciones de higiene dejan que desear.
- Entonces, ¿hay que esterilizar los biberones o no? Tú misma... Si hacerlo te tranquiliza, ¡hazlo! Es cierto que nuestras abuelas y madres siempre han hervido los biberones, por lo que puede resultar difícil deshacerse de este hábito.
como acostar a tu bebe
Evitar la posición boca abajo
Todos los estudios efectuados sobre las circunstancias que provocan un riesgo de muerte súbita del recién nacido insisten en la importancia de la postura a la hora de acostar los bebés.
La postura boca abajo, aconsejada durante mucho tiempo para reducir los riesgos en caso de regurgitación, en la actualidad está desaconsejada. Efectivamente, los bebés recien nacidos todavía no tienen la fuerza de darse la vuelta ni de cambiar de postura en caso de problema.
Todos los estudios efectuados sobre las circunstancias que provocan un riesgo de muerte súbita del recién nacido insisten en la importancia de la postura a la hora de acostar los bebés.
La postura boca abajo, aconsejada durante mucho tiempo para reducir los riesgos en caso de regurgitación, en la actualidad está desaconsejada. Efectivamente, los bebés recien nacidos todavía no tienen la fuerza de darse la vuelta ni de cambiar de postura en caso de problema.
Colocar al bebé boca arriba
La posición adecuada, reconocida unánimemente por los pediatras, es la posición boca arriba.
Facilita la respiración del bebé y no corre el riesgo de dormir con la cabeza Los riesgos de muerte súbita del recién nacido, que puede ocurrir en los tres primeros meses de vida, disminuyen considerablemente.
La posición adecuada, reconocida unánimemente por los pediatras, es la posición boca arriba.
Facilita la respiración del bebé y no corre el riesgo de dormir con la cabeza Los riesgos de muerte súbita del recién nacido, que puede ocurrir en los tres primeros meses de vida, disminuyen considerablemente.
Evolución correcta
Durante los primeros meses, cuando el bebé todavía es muy pequeño, no hay problema: apenas se mueve. Acuéstalo boca arriba.
Hacia los 6 meses, el bebé se mueve cada vez más, mueve hacia un lado...
No te preocupes: si tu bebé se mueve quiere decir sencillamente que ahora tiene la fuerza de colocarse en la postura que mejor le conviene para dormirse Si se quiere poner sólo boca abajo, sabrá darse la vuelta si le resulta necesario.
Durante los primeros meses, cuando el bebé todavía es muy pequeño, no hay problema: apenas se mueve. Acuéstalo boca arriba.
Hacia los 6 meses, el bebé se mueve cada vez más, mueve hacia un lado...
No te preocupes: si tu bebé se mueve quiere decir sencillamente que ahora tiene la fuerza de colocarse en la postura que mejor le conviene para dormirse Si se quiere poner sólo boca abajo, sabrá darse la vuelta si le resulta necesario.