1. Alímentalo de manera balanceada. Asegúrate que tu perro coma adecuadamente y al menos dos veces al día un alimento rico principalmente en proteínas y también que sea abundante en vitaminas. Mucha gente acostumbra darle huesos a los perros, pero debes tener cuidado en que estos estén bien triturados ya que tu mascota podría ahogarse. El mejor alimento son las croquetas mezcladas con un poco de almidón, como el arroz cocido por ejemplo.
2. Asegúrate que tenga siempre agua disponible. Verás que mientras más agua beba tu perro más animoso y alerta estará. De preferencia asegúrate que el agua esté purificada para evitar que tu perro pueda contraer alguna bacteria.
3. Mantén su lugar limpio aseado. Limpìa todos sus desechos diariamente y verás cómo el ánimo de tu perro es diferente. Bañalo cuando menos cada tres semanas para cuidar su piel y su pelo. utilizar un shampoo especializado es de gran ayuda.
4. Sácalo a pasear. No mantengas a tu perro encerrado todo el día. Si tienes oportunidad de hacerlo, sácalo a pasear con una correa (donde se mencione sus datos y la dirección de dónde vive por si se llegara a perder). Si sales, lleva contigo una bolsa para depositar ahí sus desechos y mantener limpia la vía pública.
5. Mantente al corriente en todas sus vacunas. Llévalo al veterinario por lo menos cada cinco meses o con mayor frecuencia si es que es un cachorrito. ¡Quién mejor que un veterinario te podrá aconsejar sobre los cuidados especiales que debe tener tu mascota!
6. Dale mucho cariño y quiérelo. A los perros les encanta jugar, así que no lo olvides. Recuerda que es una criatura viva y merece mucho amor y muchos apapachos.
